FERNANDO GUIJAR
FERNANDO GUIJAR
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FERNANDO GUIJAR
FERNANDO GUIJAR
FERNANDO GUIJAR
FERNANDO GUIJAR
FERNANDO GUIJAR
FERNANDO GUIJAR

DEUTSCHE KÜCHE BCN

GALERÍA FERRAN CANO BARCELONA

PALMA PHOTO 12

GALERÍA FERRAN CANO,  PALMA DE MALLORCA

ALFABETOS FORMALES. 

La mancha pictórica puede ser un signo que pugna por definirse como una forma acabada. Por muy informe que sea una mancha, el aspecto fijado de su constitución aleatoria fija el destino de un signo. En esto, Fernando Guijar ha desplegado un proceso de significación pictórica e iconográfica que parte de los juegos de la veladura y la mancha y alcanza la apropiación iconográfica de los objetos dibujados del mundo. Estos elementos, unidos a los fragmentos de series geométricas y formas constructivas, conforman lo que él mismo ha denominado un “alfabeto” formal. Estas formas, algunas autónomas y otras dependientes de imágenes más complejas, podrían tener la misma génesis que los diseños de nuevas tipografías o elementos constructivos del diseño gráfico o arquitectónico, se trata de variaciones y reinterpretaciones de arquetipos, a veces reconocibles, cuya nueva ordenación es un trabajo experimental. El ensayo con las formas, geométricas, iconográficas o informales, recuerda al constructivismo de laboratorio o a los juegos de la Bauhaus entre el diseño, la arquitectura y la ingeniería.

Los catálogos botánicos o zoológicos de los diccionarios o las enciclopedias también pueden ser revertidos, desde su definición ultradescriptiva, hacia una mancha de nuevo sólo parcialmente informe, donde conviven los restos de la figuración y el extrañamiento de su nueva forma híbrida, donde una imagen puede fundirse con su reflejo idéntico y especular. Probablemente esta tendencia a fijar icónicamente los objetos visuales tiene su mejor aliado en la elaboración digital. En muchos casos, estas construcciones de manchas sintéticas y figuras fundidas con su doble son un material de ensayo que puede bifurcarse entre la pintura y el diseño. Por supuesto la fotografía no será un mecanismo ajeno a la investigación de esta dualidad. Los cuadros paisajísticos de Guijar, obtenidos de una exploración fotográfica de los paisajes naturales, no se quedan en una contemplación neopintoresquista de lo visto como un arquetipo, sino que van más allá para repoblarse de elementos ajenos, fundidos con la trama de la vegetación.

Fernando Guijar es un artista que procede de una formación en el campo de la ingeniería de telecomunicaciones, más tarde en las facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco y el Master de Artes Visuales de la Universidad de Valencia, y que desarrolla su labor en una estrecha relación con las artes gráficas y el diseño. Sin embargo sus obras revelan una considerable autonomía como cuadros finales, como obras que muestran las posibilidades de la relación entre el espacio y los signos. Entre sus últimos proyectos se encuentra deutsche Küche, que encajaría en esta intervención sobre el paisaje fotográfico. A partir de registros obtenidos mediante la exploración de entornos naturales Guijar aporta elementos gráficos e imágenes obtenidas de otras fuentes para reinterpretar el paisaje como escenario virtual donde se proyectan asociaciones de orden iconográfico y plástico. El juego asociativo y reversible de los elementos visuales empleados por Guijar sitúa al espectador ante sus proyecciones mentales, ejercita esa lectura de los signos incompletos o abiertos generados por el color, la forma o el dibujo. Pero, por encima de todo, delata la constitución misma del espacio como un signo, como un campo de legibilidades en el que encontramos nuevos alfabetos desde los que los objetos nos hablan.

Victor del Rio

ALFABETOS FORMALES. (Victor del Rio)

La mancha pictórica puede ser un signo que pugna por definirse como una forma acabada. Por muy informe que sea una mancha, el aspecto fijado de su constitución aleatoria fija el destino de un signo. En esto, Fernando Guijar ha desplegado un proceso de significación pictórica e iconográfica que parte de los juegos de la veladura y la mancha y alcanza la apropiación iconográfica de los objetos dibujados del mundo. Estos elementos, unidos a los fragmentos de series geométricas y formas constructivas, conforman lo que él mismo ha denominado un “alfabeto” formal. Estas formas, algunas autónomas y otras dependientes de imágenes más complejas, podrían tener la misma génesis que los diseños de nuevas tipografías o elementos constructivos del diseño gráfico o arquitectónico, se trata de variaciones y reinterpretaciones de arquetipos, a veces reconocibles, cuya nueva ordenación es un trabajo experimental. El ensayo con las formas, geométricas, iconográficas o informales, recuerda al constructivismo de laboratorio o a los juegos de la Bauhaus entre el diseño, la arquitectura y la ingeniería.

Los catálogos botánicos o zoológicos de los diccionarios o las enciclopedias también pueden ser revertidos, desde su definición ultradescriptiva, hacia una mancha de nuevo sólo parcialmente informe, donde conviven los restos de la figuración y el extrañamiento de su nueva forma híbrida, donde una imagen puede fundirse con su reflejo idéntico y especular. Probablemente esta tendencia a fijar icónicamente los objetos visuales tiene su mejor aliado en la elaboración digital. En muchos casos, estas construcciones de manchas sintéticas y figuras fundidas con su doble son un material de ensayo que puede bifurcarse entre la pintura y el diseño. Por supuesto la fotografía no será un mecanismo ajeno a la investigación de esta dualidad. Los cuadros paisajísticos de Guijar, obtenidos de una exploración fotográfica de los paisajes naturales, no se quedan en una contemplación neopintoresquista de lo visto como un arquetipo, sino que van más allá para repoblarse de elementos ajenos, fundidos con la trama de la vegetación.

Fernando Guijar es un artista que procede de una formación en el campo de la ingeniería de telecomunicaciones, más tarde en las facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco y el Master de Artes Visuales de la Universidad de Valencia, y que desarrolla su labor en una estrecha relación con las artes gráficas y el diseño. Sin embargo sus obras revelan una considerable autonomía como cuadros finales, como obras que muestran las posibilidades de la relación entre el espacio y los signos. Entre sus últimos proyectos se encuentra deutsche Küche, que encajaría en esta intervención sobre el paisaje fotográfico. A partir de registros obtenidos mediante la exploración de entornos naturales Guijar aporta elementos gráficos e imágenes obtenidas de otras fuentes para reinterpretar el paisaje como escenario virtual donde se proyectan asociaciones de orden iconográfico y plástico. El juego asociativo y reversible de los elementos visuales empleados por Guijar sitúa al espectador ante sus proyecciones mentales, ejercita esa lectura de los signos incompletos o abiertos generados por el color, la forma o el dibujo. Pero, por encima de todo, delata la constitución misma del espacio como un signo, como un campo de legibilidades en el que encontramos nuevos alfabetos desde los que los objetos nos hablan.

Víctor del Río